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Todo sobre la denominación Fleurie
¿Qué es la denominación Fleurie?
Fleurie es uno de los crus más emblemáticos del Beaujolais. Situada entre Morgon y Chiroubles, se extiende por casi 900 hectáreas, principalmente sobre suelos de granito rosa descompuesto que aportan una finura única a los vinos. La denominación está protegida por las crestas de Avenas y Durbize, y alcanza su punto más alto en la Madone, a más de 425 metros de altitud. Este terroir elevado, combinado con una buena exposición solar, favorece la elaboración de gamays delicados, elegantes y perfumados.
Fleurie está compuesta por 10 lieux-dits principales, cada uno con matices únicos según su altitud, profundidad del suelo o concentración granítica. El clima es ligeramente más fresco, lo que permite una maduración lenta y equilibrada, ideal para obtener vinos sutiles, con taninos finos y una marcada expresión floral.
¿Con qué plato combinar un Fleurie?
Un vino de Fleurie se caracteriza por su frescura y su delicadeza aromática, lo que lo convierte en un gran compañero para platos delicados. En su juventud, sus notas florales y afrutadas armonizan con verduras a la parrilla, aves asadas o una quiche de setas.
Con algo más de estructura (según el terroir), puede acompañar perfectamente un magret de pato, una chuleta de ternera rosada o incluso un pescado de río salteado, como una trucha con hierbas. Servir ligeramente fresco para resaltar su vivacidad, especialmente con platos veraniegos o vegetarianos.
¿Cuáles son los mejores vinos de Fleurie?
La denominación Fleurie incluye a algunos de los viticultores más inspiradores del Beaujolais natural. El Domaine de la Famille Dutraive es una referencia absoluta, con cuvées finas, vibrantes y sinceras, elaboradas sin aditivos.
También está Guy Breton, cuyos vinos de Fleurie combinan fruta crujiente, estructura suave y frescor mineral — ideales para descubrir la riqueza de esta denominación. En un estilo audaz y vibrante, las cuvées de Yann Bertrand (Les Bertrand) expresan toda la energía de los mejores suelos graníticos de Fleurie, con vinos luminosos, intensamente aromáticos y cargados de emoción.